Cuando trabajaba en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), acostumbraba a viajar en transporte público para regresar a casa, el lugar donde bajaba del microbús se encuentra en la intersección de dos grandes avenidas del sur de la Ciudad de México, en un área conocida como Villa Coapa. En una de las esquinas de dicha intersección, se encuentra una tienda departamental muy conocida que tiene un anuncio espectacular en el techo, donde justamente se desarrolló la historia que hoy quiero contarles.
Hace algunos años, un día que regresé a casa me di cuenta que había un Aguililla Rojinegra (Parabuteo unicinctus) perchada en lo alto de dicho anuncio, la especie no es nativa de la región, pero se ha adaptado muy bien a la Ciudad de México, y en Villa Coapa puede observarse una pareja con frecuencia, por lo que su avistamiento no es raro. Sin embargo, algo me llamó la atención aquella vez, y es que en esa época del año (invierno) mi arribo al lugar coincidía justamente cuando empezaba la penumbra. Observar a una rapaz diurna perchada en un sitio tan desprotegido cuando ya empieza a escasear la luz me resultó extraño, pero le resté importancia debido a que ansiaba llegar a descansar después de la jornada laboral. Después de ese día, cada que regresaba a casa, me daba un tiempo de voltear al anuncio esperando ver perchada al aguilillla, cosa que sucedió casi en todas las veces que lo hice. Pocos días después, hubo una ocasión en que me retrasé al salir del trabajo y llegué un poco más tarde a mi parada, por lo cual había aún menos luz de lo acostumbrado, y fue una sorpresa ver al Aguililla Rojinegra perchada en el mismo lugar, era demasiado obscuro, por lo que mi curiosidad me llevó a esperar para tratar de averiguar la razón por la cual seguía ahí. Al cabo de unos 10 minutos observando y con aún menos visibilidad, se encendieron las luces del anuncio espectacular y poco después, empezaron a salir volando un gran número de murciélagos del espacio existente entre los dos paneles de la estructura. Fue una sorpresa para mí ¡ver como el aguililla intentaba darles caza! pero sus movimientos lucían algo torpes, pues el vuelo errático de los murciélagos, los hacen presas difíciles de atrapar, y después de algunos intentos sin éxito, voló hacia una zona arbolada, donde seguramente pasaría la noche.
Al día siguiente, platiqué del hallazgo a mi amigo y colega Rubén Ortega, el cual decidió acompañarme para ver el fenómeno por sí mismo, por lo que después del trabajo, fuimos juntos al punto, llegamos un poco antes de la hora, pero no pasaron muchos minutos para que comenzara el espectáculo. En dicha ocasión, tras algunos intentos fallidos, el Aguililla Rojinegra pudo atrapar una presa, para luego volar hacia los árboles cercanos, donde seguramente la devoró. Después de eso, Rubén y yo comenzamos a platicar acerca del suceso y surgieron varias preguntas que nos llevaron a investigar más a fondo: ¿los murciélagos son presas para el Aguililla Rojinegra en condiciones naturales? ¿existen otros casos, en otras ciudades donde la especie aprovecha la luz artificial para cazarlos?
Después de buscar entre diversas fuentes, no pudimos encontrar publicaciones haciendo referencia acerca de que los murciélagos formaran parte de la dieta de la especie, ya sea en condiciones naturales o en áreas urbanas. La pregunta que surgió entonces fue, si acaso dicha conducta podría haberse desarrollado en respuesta a una adaptación al medio urbano, sin embargo, nuestras observaciones no podían ofrecer la respuesta. Es precisamente por ello que creímos importante elaborar una publicación que pudiera dar a conocer este hallazgo, y así dar pie a nuevas investigaciones que permitieran responderla. La nota llevó por nombre ““Hunting the unexpected: Harris's Hawks (Parabuteo unicinctus) preying on bats in a Neotropical megacity” lo que al español se traduciría como “Cazando lo inesperado: Aguililla Rojinegra (Parabuteo unicinctus) depredando murciélagos en una megaciudad Neotropical”, si a alguien le interesa consultarla puede hacerlo dando click aquí.
A veces, solo es necesario prestar un poco de atención a tu alrededor y dar rienda suelta a tu curiosidad para que descubras algo nuevo sobre la naturaleza, incluso en aquellos lugares menos esperados.